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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Singapur Parte II : Sentosa Island

Singapur se encuentra entre Malasia e Indonesia, independiente desde hace apenas 50 años, es el país mas pequeño del Sudeste Asiático.

Me encanta por muchas razones, pero una de ellas es por la diversidad que coexiste aquí, todo tiene un encanto único.

Me encanta este país! 



Hay varias islas que pertenecen a Singapur, y una de ellas es Sentosa Island, de apenas 5 Km2. Una mezcla se selva y playa donde ir a pasar el día es diversión asegurada. 

La primera playa a la que fuimos, se llama Playa Palawan. La arena la compraron a Indonesia por lo que todas las playas de Sentosa son artificiales, aunque muy bonitas.




En esta en particular, podías ir al otro lado de la playa mediante una tirolina, ya que había mar de por medio. Sin duda, una experiencia que me encantó vivir. 
Me bañé en aquel mar templado sin profundidad, anduve por la selva admirando los hermosos paisajes y comí, bebí y me reí todo lo que fue posible. Un día fantástico que acabamos en uno de los clubs de la isla, con un margarita de fresa como iba siendo algo habitual en Singapur para nosotros y disfrutando como una enana. 



Cuando nos fuimos estaba agotada de andar y el calor que había hecho fue casi insoportable, pero aún nos quedaban fuerzas para ver un poco más de Singapur, ya que era muy corta mi estancia en aquel maravilloso lugar y tenía que aprovechar al máximo. ¿Donde me llevaban esta vez? 

1-Altitude, un pub en la parte más alta de un edificio triangular de 382 metros de altura donde disfruté de un atardecer inolvidable tomándome una copa de Vodka. 
Me despedí de Singapur cenando a la orilla del río, agradeciéndole a Mike, el amigo de mi amigo Louis, lo maravillosamente bien que se había portado y lo feliz que estaba. Sentí que en aquel viaje recuperé mi sonrisa, aquella que decidió abandonarme hacía algún tiempo ya. Fue muy agradable volverse a sentir viva... y ser capaz de disfrutar de la vida sin temor.

Sin duda ir a Singapur había sido una de las mejores decisiones que tomé en toda mi vida. Un sitio espectacular, un trato exquisito, unos paisajes inolvidables y experiencias indescriptibles... esto era el principio de una historia de amor, estaba segura. 


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