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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Welcome to Cairns, Australia

Tal y como llegué al aeropuerto de Sydney, me dirigí a casa de mi amiga Carolina para cambiar las cosas que había utilizado en Nueva Zelanda, y meter lo que usaría en Cairns en la maleta. Todo estaba preparado, así que fue fácil. 

Carol y yo teníamos el vuelo a las 2pm desde Sydney y después de 3 horitas estaríamos en el clima tropical del norte de Australia. Volábamos con Virgin Blue y los billetes nos salieron unos 280€ por persona ida y vuelta. Los compramos con un mes de antelación, no estaba mal.






Llegamos al aeropuerto y sentimos esa bofetada de calor que no esperábamos en absoluto… ¡era como llegar a México o Jamaica! así que eso nos animó bastante, pues nos apetecía mucha playa, sol y risas.

Cogimos un taxi hasta la dirección de la casa que habíamos alquilado. A diferencia de la buena experiencia que tuvimos cuando hicimos lo mismo en Gold Coast y Surfers Paradiste, esta vez tuvimos bastante mala suerte y lo pasamos francamente mal.

Nos subimos a un taxi y le indicamos donde vamos, el taxista nos pregunta si estamos segura de la dirección y nosotras confirmamos. Pasamos por varios sitios de muchísima vegetación, precioso, todo muy verde. Sentíamos la humedad y el calor de Cairns y eso nos gustaba.

Cuando llegamos a la zona donde estaba la casa empezamos a ver gente de muy muy mala pinta andando por las calles, casas destrozadas y bastante suciedad. Nos cambió la cara de repente… y llegamos a la entrada de la casa. El taxista se largó y nosotros entramos, no había nadie. El perro empezó a ladrar y encontramos una nota en la que nos indicaba cuál era nuestro dormitorio y algunas cositas más que nos sorprendieron mucho.

Mapa de la cocina
     
    
Lista de tareas
Nuestra habitación



















El mapa de la cocina nos dejó un poco aturdidas, pues no sabíamos que fuese tan complicado manejarse en ella… aunque cuando la vimos lo entendimos todo. Pero y ¿la lista de tareas? ¡Ni que nos alojase gratis y este fuera nuestro método de pago! 

Habíamos alquilado esta habitación a través de una agencia, habíamos hablado con la dueña personalmente por teléfono y parecía súper maja e incluso nos dijo que se animaría a venir a bucear con nosotros a la Gran Barrera de Coral… pero… todo aquello era simplemente demasiado, no esperábamos en absoluto ni las condiciones de la zona, ni el estado de la casa y mucho menos que tuviésemos que hacer ¡las tareas del hogar o alimentar a sus mascotas! ¡Nos cobró unos 40€ la noche!

La zona donde estaba la casa, es Manoora, por si a alguien se le ocurre alojarse por allí que se dé por avisado y la casa era simplemente UN DESASTRE. La dueña era una mujer de unos 40 años, súper hippie y súper dejada. Tenía a su hijo en la casa, en frente de una enorme pantalla jugando a un videojuego con unos auriculares enormes puestos en sus oídos. El chico no se enteró ni que estábamos en la casa… nos dimos una ducha, y dimos una vuelta por toda la vivienda y el pequeño de unos 10 años ni se percató. 

Carol y yo estábamos bastante preocupadas, pues no queríamos quedarnos allí ni un minuto… nos daba bastante asquito y tenemos que admitirlo, incluso miedo. Con el móvil empezamos a buscar hoteles u hostales en diferentes zonas y empezamos a llamar pero no tuvimos suerte. Así que decidimos dejar las maletas en la casa, coger un taxi al centro y buscar personalmente algún sitio para dormir. 

Salimos de la casa y empezamos a andar para buscar un taxi. Fue el peor momento del viaje sin duda. Yo me considero una chica valiente, más de lo normal… pero sentí miedo. Y lo peor fue que como Carol es más blandita que yo, pues no podía demostrarle que yo tenía miedo, y tuve que tirar de ella para que no entrara en pánico. Fue horrible. Dos hombres de color, sin camiseta ni zapatos nos seguían, Carol quería correr, yo quería desaparecer… y no podíamos hacer nada. Los taxis pasaban de nosotras, ¡eso fue lo peor! Taxis están obligados a recoger a la gente y más en una zona o situación de peligro como aquella. Lo pasamos francamente mal. 

Salimos a una gran avenida, llena de coches que iban en todas direcciones y donde no paraba ni un solo taxi. Encontramos una vieja gasolinera y le pedimos al chico que nos llamara a un taxi, nos dijo que a esta zona no venían los taxis… mmmmm ¿¿¿Qué??? Quería llorar… Nos dio el teléfono de los taxis para que probásemos suerte y después de varias discusiones y reclamaciones, porque efectivamente están obligados a dar el servicio independientemente de la zona en la que sea, ¡conseguimos un taxi!

El conductor nos preguntó qué hacíamos solas y desprotegidas por aquella zona, que era muy peligroso. Nosotros alucinábamos… no teníamos ni idea de dónde nos habíamos metido pero nos habíamos informado antes de llegar y no vimos nada de peligro en la zona donde nos alojábamos. 

El taxista nos dejó junto al puerto, y allí encontramos una agencia turística y entramos a preguntar… la chica lo primero que hizo fue lamentarse por lo que nos había pasado, se portó genial con nosotras. Llamó a hostales, hoteles, incluso albergues… nada, ni una cama libre para aquella noche. Reservamos 2 camas en una habitación de 6 en el famoso backpackers de Gilligan´s a partir del siguiente día, por lo que teníamos que regresar a la casa aquella y pasar una noche como fuese. Después de todo, lo teníamos pagado. 







Fuimos a un restaurante chino a cenar… arroz tres delicias y rollitos de primavera. Pedimos tanto que nos tuvimos que llevar las sobras. Estaba riquísimo y por supuesto que nosotras le añadimos sentido del humor a la situación, porque después de todo, teníamos que dar gracias de estar bien y de que estuviésemos juntas… todo quedaría en una anécdota. 

Andamos un poco por la calle peatonal, había muchísimos hippies y aborígenes que deambulaban por las calles y que no nos daban ninguna seguridad. Nos paraban a menudo, preguntándonos por dinero, tabaco, o comida. La situación nos desbordó un poco y comenzamos la búsqueda de taxi para volver a la dichosa casa. 

Después de varios intentos fallidos, un señor aceptó llevarnos hasta allí pero una vez en la calle nos dijo que no, que no llegaba hasta la puerta ¡nos queríamos morir! ¿como no nos llevas hasta la puerta criatura del señor? … era de noche, ni una luz en la calle y el taxista nos quería dejar plantadas allí. Sacamos nuestro carácter y nos plantamos, y conseguimos que llegase hasta la puerta, pero salió pitando en cuanto abrimos la cancela de la casa. ¡Que barbaridad!

El taxista nos contó que por aquella zona, quemaban los coches, atracaban a diestro y siniestro y que había muchas peleas. Así que no querían entrar, genial. 

La chica seguía sin estar en la casa, aquello era cuanto menos, extraño. Nosotras nos duchamos, y nos metimos en la cama vestidas… deseando cerrar los ojos y que amaneciese un nuevo día para salir pitando de aquella casa sanas y salvas. 

Para mí había sido un día larguísimo, 27 horas para ser exactos. Había pasado por 3 aeropuertos y pasado del frío de las montañas de Nueva Zelanda al calor tropical del norte de Australia. La despedida de Mike, el cargar con el equipaje todo el día de un lado a otro, los vuelos, la tensión del miedo que pasamos, la búsqueda de alojamiento… el shock … Por suerte tenía a mi queridísima amiga Carol conmigo a mi lado, y juntas la verdad es que al menos las risas no faltaron. 

"Buenas" noches Cairns …. 







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